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martes, 24 de julio de 2012

Desierto

Dena está triste y no sabe si hay alguna película o libro que hable sobre esto...así que habrá que contarlo.
Las personas que tengan una relación a distancia supongo que sabrán de que hablo, es eso de confiar ciegamente en la otra persona, contar los días que faltan para volver a verla, imaginarte el reencuentro, desear dar un simple abrazo o un beso a esa persona especial.
Hay muchas personas que viven situaciones como la mía y seguro que se sienten identificadas.
Mi problema es que mi vuelta depende de otra persona, que es la que tiene el control de los billetes, y hoy ha estado a punto de cambiar mi vuelta.
Me he sentido realmente mal porque he notado que he sido obligada y bueno, ojalá esa persona supiera que cuento los días en el calendario, que es una cosa como mínimo patética y que la gente que lo hace tiene sus motivos (o muchas ganas). En fin, no hay nada peor para Dena que ilusionarse con algo, pensar sobre ello, planificar las cosas, para que luego no pase. Creo que es uno de mis peores castigos.

Cuando realmente necesitamos a una persona cerca, haríamos cualquier cosa para tenerla a nuestro lado. Sobre todo si sabemos que el sentimiento es mutuo. A ver, ¿cómo lo explico? cuando me imaginé cómo esperarías en el aeropuerto, consultando nervioso el reloj, con las tripas revueltas por la espera, buscándome entre la multitud... me sentí tan mal... que sólo me salía llorar y desesperarme.

Ojalá nunca nadie tenga que sufrir por la distancia, porque es una de las pruebas más complicadas que tiene que atravesar una relación, y sentirlo en mis carnes es algo que nunca pensé que tendría que hacer.
Si he tenido que irme, sólo pido volver, y volver ya. No sólo se trata de mí, sino que se trata de la persona que más me importa en el mundo, que necesita mi apoyo y mi presencia.
Sólo quiero no sentirme así, echo en falta tantas cosas que cualquiera pensaría que estoy en el desierto. Pero he hecho una promesa y si la primera peor cosa es que te rompan una ilusión, la segunda peor cosa es faltar a una promesa.

Yo ahora mismo sólo tengo un deseo, no tener que preocuparme por si vuelvo o no, ahorrarme tanta preocupación y lágrimas y volver ahí a donde quiero estar, y con quien quiero estar.
Por favor.


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