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martes, 10 de julio de 2012

DIA 1 Reencuentros

Después de viajar en el gran pájaro de hierro durante varias horas... a estas alturas me he perdido en el tiempo a pesar de que he dormido. Me cuesta entender qué dia es hoy y qué hora es. Me pierdo. Sólo sé que estás tú en mi mente. Tú fomas parte de mi vaya a donde vaya.
He pensado que es algo difícil la distancia, pero creo que es algo positivo pues es una prueba grande y cuando la superemos...será genial.
¿Qué he hecho hoy? Pues intentar adecuarme al nuevo lugar. No es muy difícil la verdad, pero tienes que saber que lo primero que hice al entrar en casa a las cinco de la mañana fue comprobar si el ordenador funcionaba bien. Son los primeros días. Los más difíciles.

Me gusta pensar en ti. Me alivia muchísimo. Es ya normal en mi ir todo el dia en mi  mundo. No puedo parar de sonreír cuando me acuerdo de tantos momentos vividos a tu lado. Es bastante frustrante para los demás encontrarse con una lunática que tiene la mente puesta a saber en qué. Sólo pienso en ti.
Te describo la situación; voy en el coche con la ventanilla un poco bajada para que el olor del bosque, ése que huele tan bien, me impregne. La cabeza está apoyada al lado de la ventana y la mirada está fijada en algunos sitios a veces, pero la mayoría del tiempo está vagando por ahí. Y de vez en cuando, sólo en algunos momentos, las comisuras de mis labios suben para arriba, esbozando una pequeña sonrisa.
Me acuerdo de todo todo, tanto que me sorprendo de mi buena memoria. Me río cuando me imagino que bailas la Marcha Radetsky o me imagino lo que me dirías si te mirara fijamente como me gusta.
Amar es simple, pero a la vez tan difícil...amarte a tí es infinito.

Es verano y en todos los sitios aparecen grandes visiones de playas, fiestas, risas, cervezas, canciones, descanso, hamacas, palmeras y sol. Mucho sol. Para mi, es el mejor de todos los veranos que he tenido hasta ahora. Seguro que no sabes porqué. O sí, pero no soy pelota.

Las palabras sobran cuando se trata de ti. Seguro que me echas muchísimo de menos. Odio que llores, no vale la pena que estés así. Lo cierto es que es una sensación incomparable, el sentir que alguien te necesita, que te espera, que alguien te ama y se imagina mil y una veces cómo será el tomar a esa persona en brazos y estrecharla fuerte fuerte.
Es lo más bonito que podría esperar, pero me siento débil y triste sin ti. Tú das sentido a todas las cosas. Creo que al marcharme dejé mi felicidad a tu lado.
Mi cielo está encapotado y a la espera de los rayos de sol que tienen que iluminarlo, lo iluminen. Está gris, de un sucio oscuro que de un momento a otro tiene que soltar la lluvia que lleva en su interior.

Eres ese sol que necesito, días y noches esperaré aunque sólo para ese pequeño gran instante cuando te mire a los ojos y se ilumine mi mundo, hasta sus confines más remotos.

Quiero que seas la razón de mi sonrisa.





Te amo, por muy lejos que esté. Hoy, mañana y siempre.

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