Elsa y Fred es una película formidable, que aúna la vida de dos viejecitos solitarios que descubren que tienen una gran amistad y que nunca es tarde para amar.
Elsa (China Zorrilla) tiene 82 años, de los cuales 60 vivió soñando un momento que ya había sido soñado por Fellini en la escena de "La Dolce Vita" en la Fontana di Trevi.
Fred (Manuel Alexandre) de 78 años, un poco más joven que Elsa siempre fue un hombre que le cumplió a su esposa, y que nunca infringió ninguna ley, cumpliendo siempre con su deber. Al quedar viudo, desconcertado y angustiado por la ausencia de su mujer, su hija lo convence a mudarse a un apartamento más pequeño donde conoce a Elsa. A partir de este momento, todo el sentido de su vida se transforma.
Se formará una grande y nueva amistad entre dos personas cuyas vidas van menguando creando un film lleno de situaciones cómicas y ternura.
Elsa es el personaje más sicero y vividor de los que yo, Dena, he visto últimamente. Es una gran mujer que intenta inculcar a su amigo Alfredo, Fred como lo llama ella, un poco de locura.
Es una película de las que hace reflexionar, llena de enseñanzas y de grandes pero simples diálogos. Muestra un amor poco usual y es un amor entre dos ancianitos, que pasan su dia a dia con sus pocos quehaceres y distinguiendo los colores de sus pastillas.
Elsa y Fred es un film que motiva a hacer realidad nuestros sueños más íntimos y sinceros, aunque para Elsa baste con un gatito piccolo e bianco y estar en la Fontana di Trevi en Roma. Da mucho en que pensar y anima al espectador a vivir la vida, que son dos dias.
Es una clara cinta de Carpe Diem, con toques de motivación y superación.
Hay escenas en las que es imposible no reírse, mientras que en otras las lágrimas nos obstruyen la mirada y se nos forma un nudo en la garganta.
Definitivamente es una de las películas que más me han gustado a título personal y de las que vale la pena ver varias veces, que a pesar de su sencillez es capaz de conquistarte.
Gran película.
Elsa (China Zorrilla) tiene 82 años, de los cuales 60 vivió soñando un momento que ya había sido soñado por Fellini en la escena de "La Dolce Vita" en la Fontana di Trevi.
Fred (Manuel Alexandre) de 78 años, un poco más joven que Elsa siempre fue un hombre que le cumplió a su esposa, y que nunca infringió ninguna ley, cumpliendo siempre con su deber. Al quedar viudo, desconcertado y angustiado por la ausencia de su mujer, su hija lo convence a mudarse a un apartamento más pequeño donde conoce a Elsa. A partir de este momento, todo el sentido de su vida se transforma.
Se formará una grande y nueva amistad entre dos personas cuyas vidas van menguando creando un film lleno de situaciones cómicas y ternura.
Elsa es el personaje más sicero y vividor de los que yo, Dena, he visto últimamente. Es una gran mujer que intenta inculcar a su amigo Alfredo, Fred como lo llama ella, un poco de locura.
Es una película de las que hace reflexionar, llena de enseñanzas y de grandes pero simples diálogos. Muestra un amor poco usual y es un amor entre dos ancianitos, que pasan su dia a dia con sus pocos quehaceres y distinguiendo los colores de sus pastillas.
Elsa y Fred es un film que motiva a hacer realidad nuestros sueños más íntimos y sinceros, aunque para Elsa baste con un gatito piccolo e bianco y estar en la Fontana di Trevi en Roma. Da mucho en que pensar y anima al espectador a vivir la vida, que son dos dias.
Es una clara cinta de Carpe Diem, con toques de motivación y superación.
Hay escenas en las que es imposible no reírse, mientras que en otras las lágrimas nos obstruyen la mirada y se nos forma un nudo en la garganta.
Las cosas que no tienen precio, no hay por qué pagarlas...
...Y en la vida hay cosas que no tienen precio.
Definitivamente es una de las películas que más me han gustado a título personal y de las que vale la pena ver varias veces, que a pesar de su sencillez es capaz de conquistarte.
Gran película.
¿Porqué piensas tanto? Por eso no vives...
... No tienes miedo de morir, tienes miedo de vivir.
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