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jueves, 9 de agosto de 2012

Marie Antoinette

Si queréis disfrutar de una película de la Francia antes de la Revolución francesa, ésta es la más indicada.
Obra de Sofia Coppola, del 2006.



Es una película protagonizada por Kristen Dunst, donde aparece el rococcó más clásico. Corsés, pelucas, maquillaje, dulces, fuegos artificiales, erotismo, riqueza, lujo, hedonismo, apariencias... es lo que llena la película.
María Antonieta tiene el futuro planificado y su deber es lograr la armonía entre Austria y Francia mediante un matrimonio con el heredero al trono de Francia. María Antonieta es una joven asustada, confundida, rodeada de gente que no conoce y que desde luego no desea lo mejor para ella, son mentirosos, aduladores y chismosos. Llega a Versalles como una joven inexperta, no preparada para lo que se espera de ella. A parte de lidiar con los lógicos problemas de encajar en un mundo complejo al que no es fácil acostumbrarse, tiene que solucionar los problemas con su marido, pues tras siete años no llegan a tener un heredero. Todo ello lleva a María Antonieta a desesperarse y a ser el blanco de todas las miradas y todos los cotilleos.
Se esconde en la vida decadente de la aristocracia francesa y en su secreta relación con el conde Fersen, un conocido seductor sueco.



Es el pleno siglo XVIII y es delicioso observar la vida que llevaban. La música es en plan the Strokes, the Cure... que contrasta a la perfección con el estilo barroco de la película. El personaje de María Antonieta está bastante bien logrado, es una joven dulce y buena, pero algo frívola y hedonista. Proviene de Austria, donde tiene un carácter más liberal, y llega a la corte francesa que es todo lo contrario a lo que estaba acostumbrada. Es una película muy vital y llena de una belleza singular, con fotogramas muy particulares. A veces se hace un poco lenta, pero los momentos graciosos cubren la falta de fluídez.
Se realiza una crítica evidente al protocolo de la corte francesa del siglo XVIII, a lo exagerado de las modas y las costumbres. 
Es una película que vale la pena ver en una tarde gris y apagada pues los colores que transmite son muy singulares. 
Se basa, claro está en un personaje histórico y es interesante ver los cambios que ocurren en su personalidad y en su vida. Pasa de ser una niña a una mujer, y es un cambio que salta a la vista.

Recibió bastantes críticas que no tienen razón de ser en mi opinión pues la película se ajusta al siglo XVIII con toques de modernidad. El vestuario es fantástico y el personaje se adaptaría a la real María Antonia.
Me pareció agobiante que la presencia de la corte era necesaria en todo y para todo. Aparece incluso la famosa frase de 'Que coman pasteles' dirigiéndose al pueblo hambriento exigiendo pan. (Es un dato histórico falso).

Resumiendo, es una película con una gracia particular, muy sencilla y fácil de ver. Llena de una belleza singular, con algunos defectos, pero interesante.



 


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