Siguenos en twitter

martes, 27 de marzo de 2012

Todos los días de mi vida


Hoy estoy contigo, como todos los días. De lunes a domingo. No sé porqué hoy me he puesto a filosofar. Al estar en clase de arte romano, pensaba en tí. Cómo no. Pensaba que todos aquellos gobernantes de aquel imperio tan grande no sabían lo que les iba a pasar. Que pensaban que esa fueza y ese poder serían eternos. No se repetirá nunca la misma historia, no habrá otra Roma, aunque haya algo que se le parezca. Pensé que tampoco habrá otro Mozart, aunque haya grandes talentos. Pensé que no habrá otra primera salida al espacio, ni habrá otro Einstein. Pensé en que hay cosas que pasan que nunca se repiten. A decir verdad, no sé qué significa eso. Tal vez sea bueno, o tal vez no. No tiene porqué ser algo que concierna a todo el mundo, ya que pequeñas cosas que nos pasan a cada uno de nosotros no se repetirán. ¿Es bueno?¿Es malo? Ni idea.
Creo que lo importante es no lamentar nunca nada, aceptar que el pasado, pasado está. Una vez un sabio dijo que es más útil borrar de la mente las cosas malas, los recuerdos que nos hieren, las personas que nos hacen daño... para dejar sólo aquellas cosas a las que estamos eternamente agradecidos.



No sé por qué Romeo y yo estamos siempre con lo de dar las gracias. Supongo que es porque es algo importante. Las personas pasamos todo el tiempo discutiendo, poniendo mala cara, haciendo daño... y a veces nos olvidamos de que las cosas bellas ha que decirlas también, que es importante. Las palabras dichas con ira, quedan hiriendo para siempre, así que está en nuestra mano cambiar eso.
Pienso que hay pocas ocasiones que nos pueden traer la felicidad y de verdad, hay gente que no sabe ni sonreír, por lo desacostumbrada que está. Enamorados y también los que no lo estáis... Dad las gracias a toda persona. O simplemente sonreíd. La mayor parte de la gente reaccionarán y os sonreirán también.
Dad las gracias al portero, al señor que os cede el paso, a la cajera del supermercado, a vuestros compañeros de la universidad o del trabajo, al camarero... a cualquiera. Sonreíd cada día un poco y al final, vuestra sonrisa será verdadera.



A tí... gracias.Gracias por tu sabiduría y tu manera de ser un niño-abuelo. Por tus momentos de fuerza y de debilidad. Por poner cara de serio, por reírte. Por cuidarme como sólo tú sabes. Por tu madurez y tu manera de guiñar los ojos. Por todos los planes y las cosas que quieres hacer conmigo. Por tus recetas de cocina, por tus recuerdos, por tu forma de entender a la gente, por ser tú, único e irrepetible.
Por perder tu tiempo en mí o por demostrarme las cosas. Por no estar de acuerdo conmigo, o aceptar lo que pienso. Por perdonarme. Por quererme.
Te las doy siempre y por todo. Sé que hay cosas que no se vuleven a repetir nunca más en la vida, como un día en la playa, un atardecer, o una mariposa que pasa volando a tu lado, un día malo o unas lágrimas. Incluso aunque haya algo parecido, nunca será lo mismo. Te querré todos los días de mi vida, que lo sepas. Simplemente por ser esa persona especial, por ser mi ángel.
Gracias



Os pido a todos que hagáis lo mismo, que déis las gracias.

Romeo, te quiero más que a mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario